Hombre en llamas

Hombre en llamas
Hombre en llamas. Orozco, J.C. Algunos críticos interpretan el mural como una glorificación de los cuatro elementos, otros ven en cada una de las figuras una simbología inherente al hombre mismo: el hombre teológico (que simboliza la tierra), el cual despierta en el mundo y convierte en dioses los fenómenos naturales que no comprende; el hombre metafísico (que simboliza el viento), el cual empieza a tener conciencia, reflexionando sobre la realidad del mundo; el hombre científico (que simboliza el agua), el cual analiza los fenómenos, los objetos, penetrando con su razón en sus esencias. Finalmente el hombre de fuego que debería simbolizar a Prometeo, el que rebelándose a los dioses entregó a los hombres la chispa del fuego, la cual representa al mismo tiempo la razón y la libertad. Así el hombre, ya libre, crea las artes en su constante lucha de superación; el hombre hecho fuego de pasiones, de anhelos de conquistas, pero sobre todo dueño de su vida, de su destino y de sus decisiones.

sábado, 21 de junio de 2014

ESTA PROXIMA UN NUEVA CRISIS FINANCIERA MUNDIAL, SAQUEANDO AHORROS CIUDADANOS

Economista suizo: Glass-Steagall o "rescate interno"

18 de junio de 2014. "Han pasado cinco años desde la última crisis financiera y los cimientos económicos han empeorado. La calma actual no debe ser base para regocijarnos sino para preocuparnos". El economista suizo Alfonso Tuor advirtió sobre el inminente desplome financiero y una conspiración para imponer los "rescates internos" en un artículo publicado en ticinonews.ch [1] el 11 de junio.
"Es inminente una nueva crisis financiera" dice el encabezado. Subtítulo: "Su curso será diferente: van a salvar al sistema financiero saqueando los ahorros de los ciudadanos".
Tuor da una lista de elementos que apuntan hacia una nueva crisis: bajas tasas, altos precios de los activos, etc. Cita al economista del banco UBS, George Magnus, quien comparó la "calma" actual en los mercados con la pausa que precedió la crisis del 2007, y el artículo de Jacques Attali en el periódico francésL'Express del 26 de mayo.

Las razones son muy simples: el rendimiento de los mercados financieros está determinado por las políticas expansionistas de los bancos centrales y no se justifica en el desempeño de la economía real en Europa o los Estados Unidos. Las intervenciones de los bancos centrales son inútiles, ya que - en palabras de John Maynard Keynes, "el caballo no bebe." De hecho, en la zona del euro, el volumen de préstamos bancarios está disminuyendo y que la economía está cayendo en la deflación. Inyecciones de liquidez de los bancos centrales sólo sirven para apoyar el sistema bancario y los mercados financieros. De hecho, la cantidad de instrumentos financieros en circulación (que alguna vez fueron llamados activos tóxicos) se incrementa de manera significativa y es más alto, según el BIS en Basilea, con el año 2007/2008. El estado de salud de los bancos (especialmente en Europa) es muy precario. La deuda pública de muchos países europeos está aumentando y debe ser restaurado. Y, por último, la distribución del ingreso en los países occidentales es cada vez más desigual. En resumen, habían transcurrido cinco años desde la última crisis financiera y los fundamentos económicos se han deteriorado aún más y la calma actual no debería ser un motivo de alegría, si no de preocupación
"Los depositantes y todos los ciudadanos deben saber que la próxima crisis va a tener un curso muy diferente al que tuvo en el 2008. Entonces, los bancos centrales y los gobiernos intervinieron para salvar al sistema financiero. Por el contrario, esta vez, se va a recurrir a los depositantes para que paguen. Este curso (poco conocido) ha sido aprobado tanto por las autoridades europeas como suizas. Se llama 'rescate interno' (bail-in). En pocas palabras, se va a repetir el experimento de Chipre de la última crisis, cuando la quiebra de los bancos se pagó con los activos de los accionistas y tenedores de bonos, además de una enorme "quita" a los depósitos de más de 100 mil francos o euros. Prácticamente, se van a saquear los ahorros con el fin de evitar las quiebras bancarias y habrá una reestructuración de las deudas de los gobiernos mediante más recortes a los ahorros. El mundo avanza precipitadamente hacia este objetivo que va a arrojar a la economía europea y probablemente a la economía estadounidense a una deflación similar a la de los años treintas del siglo pasado. Todo parece indicar que este es el puerto al que quieren llegar los Mario Draghis, los Matteos Renzis y las Angelas Merkels".
Glass-Steagall
Tuor concluye: "¿Hay algún modo todavía para evitar este resultado? La salida sería una intervención inmediata para separar las actividades comerciales de los bancos (ahorro y préstamos, cuentas de cheques, etc.) de las actividades especulativas. Una rápida intervención de este tipo no se hará y por lo tanto esta carrera hacia el desastre será difícil de detener. De hecho, en la situación actual, un aumento imprevisto en las tasas sería suficiente para exponer la fragilidad del actual castillo de naipes financiero. Y es por este motivo que los bancos centrales intervienen para impedir que ocurra esa situación imprevista y desate una reacción en cadena.
"En suma, después de devastar la economía, el sector financiero se prepara a saquear nuestros ahorros. Sálvese el que pueda".

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