Un género que al capital le viene como anillo al dedo para sembrar inadvertidamente en la psique subconsciente la sensación de indefensión ante fuerzas que nos superan, desconfianza difusa en la gente, el individualismo, la lucha de todos contra todos, refugiarse en la familia, y así ayudar sobre todo a mantener al precariado (el sector de la clase trabajadora –o proletariado- cada vez más extenso, sometido a condiciones precarias, empobrecedoras y de indefensión) en el aislamiento, la sumisión y un difuso temor al futuro ante el que sería impotente.
Si resulta que estamos siendo incapaces de enfrentarnos a agresiones brutales como las reformas laborales, leyes austericidas , recorte de las libertades como la “ley mordaza”, o evitar caer en la trampa del ilusionismo electoral, en lugar contar en la cultura de masas con mensajes que nos ayuden a adquirir confianza en nosotros mismos, en la fuerza de la cooperación, la unidad y la lucha hombro con hombro, en que más allá de esta sociedad y su decadencia podemos tener un futuro liberador que levantaremos con nuestro esfuerzo colectivo, en vez de todo ello, sufrimos la agresión sutil y psicológicamente debilitante de la proliferación del género zombi.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario