La solidaridad social sobra y la plata de la nación falta
Opinar
Por Claudio Gastaldi
Por estas horas, dos son las cosas que más sorprenden en Concordia. La primera es el imponente nivel de solidaridad social frente a la emergencia y la segunda, la expresión de los funcionarios nacionales “no hay un peso”. Aunque el Intendente Enrique Cresto manejó el tema con delicadeza a pesar de la situación, DIARIOJUNIO accedió, gracias a fuentes oficiosas al texto de la carta en la que se pide ayuda. Dice así, para “el municipio es imposible de afrontar esta tarea con recursos propios”. En consecuencia, la comuna acudió a “la colaboración del Estado Nacional solicitando un Aporte del Tesoro Nacional (ATN) por la suma de $ 20 millones para paliar la emergencia”. Por las dudas los visitantes nacionales aclararon no solo que no hay un peso sino que hay varias otras provincias con problemas. Los funcionarios locales mientras tanto, no atienden los teléfonos quizá para no tener que reconocer esta situación y no complicar las relaciones.
ALARMANTE EN TODO SENTIDO…
La situación es verdaderamente alarmante, no da para especulaciones mezquinas ni tampoco se puede, en un momento así, echar culpas a otros. Primero se resuelve la situación y luego todo lo demás. Las sufrientes familias no tienen la culpa de las peleas ideológicas, políticas o de cualquier otra índole.
El panorama que se avecina es, por lo menos, gris, el lago con una marca histórica de 37,70 mts e inundando pueblos agua arriba (Federación ya parece una isla) ; las previsiones de lluvias copiosas en la cuenca media y los 30.000 metros cúbicos por segundo que esta tarde, a las 19 saldrán por las compuertas de la represa, con lo que se alcanzaría la altura de 16 mts. aguas abajo y más gente inundada y por último, las previsiones que indican que el río podría llegar a los 16,50 mts. lo que implicará miles de evacuados más.
Luego de tener una vista panorámica de la ciudad, de sobrevolarla y observar que estamos bajo agua, de conocer datos estadísticos que la señalan a esta como una inundación solo comparable a la de 1983 y la de 1959, la respuesta del gobierno nacional pudo haber sido otra que decir que el gobierno anterior no les dejó un pedo en las arcas de los ATN.
Cresto y tal vez a la espera de una respuesta concreta diferente, dijo a la prensa y apenas llegados los visitantes que se trataba de “una visita importantísima” tanto como “el apoyo logístico”, dijo.
Fue amable, pero solo recibió la palabra de aliento de Michetti “los concordienses no van a estar solos”, tenía razón, solos no, vinieron ellos, pero vamos a estar sin plata al menos hasta que hagan algún anuncio más concreto y de no solo tantas palabras lindas.
El sabor que queda es amargo, (al menos hasta que haya anuncios) y la pregunta que flota es para que vinieron…
POR AHORA PURO CORAZÓN Y SOLIDARIDAD SOCIAL
Solo hace falta salir a las calles de Concordia para ver la enorme, imponente e inconmensurable movilización ciudadana en favor de los más necesitados.
Los estudiantes y empleados de la Facultad de Alimentos de Concordia fabricando fideos, dulces de arándanos, etc para ser distribuidos en los centros de evacuados ; los cientos de camiones, camionetas, autos y todo tipo de vehículos que transportan enseres de una punta a otra de la ciudad ; las increíbles cadenas de solidaridad que se arman en las redes sociales para ayudar en lo que se necesite.
La enorme voluntad expresada por miles de anónimos concordienses que llegan con bártulos de todo tipo, juguetes, comida, agua, pañales y la más variada ayuda a los centros de evacuados o a los lugares públicos de recolección de elementos.
Los jóvenes que arriban a lugares donde las víctimas de la inundación construyen sus casitas de madera en lugares un tanto más altos a los que aún no llegó el agua, pero cerca de sus hogares de donde, en algunos casos, no sacaron todas sus pertenencias y temen ser robados.
Este es el aliciente que (me y nos) hincha el corazón, que nos hace sentir humanos, sintiendo que el otro somos nosotros mismos, dignos. Con este canto a la esperanza quiero pasar la Nochebuena y esperar junto a los míos esta navidad, lo invito a que Ud amigo lector haga lo mismo. Pero no sin antes decirle que, una cosa es que uno SE HAGA el distraído y OTRA muy distinta es que crean que somos estúpidos.
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