Hombre en llamas

Hombre en llamas
Hombre en llamas. Orozco, J.C. Algunos críticos interpretan el mural como una glorificación de los cuatro elementos, otros ven en cada una de las figuras una simbología inherente al hombre mismo: el hombre teológico (que simboliza la tierra), el cual despierta en el mundo y convierte en dioses los fenómenos naturales que no comprende; el hombre metafísico (que simboliza el viento), el cual empieza a tener conciencia, reflexionando sobre la realidad del mundo; el hombre científico (que simboliza el agua), el cual analiza los fenómenos, los objetos, penetrando con su razón en sus esencias. Finalmente el hombre de fuego que debería simbolizar a Prometeo, el que rebelándose a los dioses entregó a los hombres la chispa del fuego, la cual representa al mismo tiempo la razón y la libertad. Así el hombre, ya libre, crea las artes en su constante lucha de superación; el hombre hecho fuego de pasiones, de anhelos de conquistas, pero sobre todo dueño de su vida, de su destino y de sus decisiones.

domingo, 28 de junio de 2015

ROPA SIN ESCLAVOS

Renacer en las cooperativas textiles libres de trata
Los emprendimientos gestionados por los trabajadores se convierten en espacios donde las víctimas del maltrato logran una continuidad laboral digna en la industria textil; cada vez más diseñadores los contratan
Por Mauricio Giambartolomei  | LA NACION

Si supieras que tu teléfono celular fue producto de un arrebato en el subte, ¿lo usarías para whatsappear tranquilamente con tus amigos? O si te dijeran que el estéreo del auto está manchado con sangre, ¿podrías manejar por la ciudad y escuchar música sin culpa? Y si tus camisas, remeras, jeans o vestidos fueron confeccionados por inmigrantes reducidos a la servidumbre, sometidos a jornadas laborales de 16 horas, hacinados en pequeñas habitaciones, despojados de su documentación y mal alimentados, ¿sentirías la libertad de mirarte al espejo? Tal vez ha llegado la hora de preguntarse: ¿quién hizo esa ropa?
Se estima que en toda el área metropolitana los "talleres del sudor", o "talleres esclavos", son abastecidos por una red de 30.000 obreros costureros, en su mayoría provenientes de Bolivia. Sólo en la ciudad de Buenos Aires estarían asentados al menos 3000 espacios clandestinos donde se confeccionan miles de prendas por semana. Hay quienes arriesgan que el 80% de la indumentaria que circula por todo el país proviene del circuito ilegal.
Se estima que en toda el área metropolitana los "talleres del sudor", o "talleres esclavos", son abastecidos por una red de 30.000 obreros costureros
Hacinamiento, esclavitud y muerte son las tres palabras que resumen cada una de las historias de este tipo, desde el incendio del 30 de marzo de 2006 en Caballito, en el que fallecieron cuatro menores y dos adultos -y que originó una ola de denuncias e inspecciones- hasta el del 27 de abril pasado en Flores, donde perdieron la vida dos niños, de 7 y 10 años.
 Vanesa, Ángel, Daniel, Ezequiel, Manuela, Carla y Fernanda, entre las telas del taller de corte de SOHO Coop. 

Detrás de las tragedias, sin embargo, renace una nueva forma de entender la industria textil y que podría convertirse en la punta del iceberg para barrer el trabajo esclavo: las cooperativas, llamadas a ser la red de contención de obreros costureros que padecieron malos tratos y sometimiento.
Un nuevo paso hacia ese concepto se dio hace dos semanas en el Mercado de Economía Solidaria Bonpland, en Palermo, donde se realizó el desfile "Ropa Limpia. Libre de trabajo esclavo". Participaron 20 marcas de diseñadores independientes que comenzaron a abastecerse en las cooperativas Mundo Alameda, Lacar, Soho y otras que funcionan en el Centro Demostrativo de Indumentaria de Barracas (CDI), bajo la órbita de la Fundación Alameda y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Son ellos los primeros clientes que intentan ser la locomotora de la revolución.
Hacinamiento, esclavitud y muerte son las tres palabras que resumen cada una de las historias de este tipo
"El cambio tiene que empezar por los chicos", le dice Tamara Rosemberg a LA NACION mientras muestra las remeras de la serie Heroicotoons con las imágenes estampadas de Belgrano y San Martín. Son dibujos de Luciano Giraldez y fueron diseñados "pensando en los chicos que usan las remeras de superhéroes".
La cooperativa, que ya tiene su marca propia y confecciona prendas de la marca No Chains (Sin cadenas), con presencia en varios países, tuvo sus primeros clientes en 2005 y hoy fabrica los productos de 25 diseñadores. "Muchos de ellos venden en el interior. Algunos estaban en el circuito de los talleres clandestinos y se pasaron a las cooperativas", agrega Tamara, una de las fundadores de La Alameda.
La Fundación, que funciona en una antigua casona de la esquina de la avenida Directorio y Lacarra, en Flores, comenzó siendo un Centro Comunitario debido a las urgencias de los vecinos autoconvocados en el parque Avellaneda desde diciembre de 2001. Las primeras actividades fueron un comedor, clases de apoyo escolar para los niños y un taller de desarrollo infantil.
"Venían muchas mujeres bolivianas que habían llegado al país engañadas para trabajar en talleres esclavos. Eran reducidas a la servidumbre, les retenían la documentación y les decían que acercarse a los argentinos «era peligroso»", recuerda Tamara.
Primero con subsidios, luego con fondos propios, comenzaron a comprar máquinas textiles para producir y generar puestos de trabajo.
En una de ellas está Olga Cruz, especialista en la terminación de los cuellos y los dobladillos de las remeras, que se realizan con las máquinas collareta y recta. "Cuando empecé en la cooperativa pensé que siempre sería ayudante y ahora manejo todas las máquinas. Ascendí", dice, riendo tímidamente.
En ese taller esclavo trabajaba de 7 a 22; tenía que cocinar, limpiar las prendas y asear toda la casa
Olga es una de las que participaba de las reuniones del parque Avellaneda. Cuando llegó al país le pagaban cinco centavos por prenda; hoy gana entre $ 45 y 55 por hora. "Vine como cualquier inmigrante, pensando en un futuro mejor, con dos hijos y la idea de nunca abandonarlos. Pensé que iba a encontrar un trabajo digno, como lo decían en muchas radios. Ofrecían pagar en dólares, casa y comida. Pero cuando llegué me encontré con otra realidad", recuerda.
En ese taller esclavo trabajaba de 7 a 22; tenía que cocinar, limpiar las prendas y asear toda la casa. "No entendía por qué la gente trabajaba sin moverse de la máquina. ¡Les tenía que servir el desayuno y el almuerzo allí mismo!"
La historia de Luis Fernando Calle es parecida, como la de cientos de sus compatriotas que fueron arrancados de su país. En 2012 llegó a la Argentina desde La Paz junto a su esposa. Cuando el colectivo los dejó en Liniers una combi los esperaba para trasladarlos a un taller de González Catán. Luego, el encierro, y nada más. "Mi mujer se hizo la enferma y nos pudimos escapar. Dejamos todo porque no había otra forma de salir de eso", explica.
Hace un mes que trabaja en Mundo Alameda con un sueldo que le alcanza para alquilar y ahorrar. Está terminando un lote de remeras No Chains, pero se toma una pausa para compartir los momentos agrios que vivió. "Toda la producción del taller iba a La Salada; teníamos que abastecer tres ferias por semana y entregar 100 camperas por día cada uno. Desayunábamos y almorzábamos en las máquinas, no nos pagaban con dinero, sino que nos daban la mercadería que necesitábamos y a fin de año entregaban algo de plata. Era terrible. Nunca había visto eso", cuenta.

Causas y procesamientos
En la Justicia Federal hay un total de 51 procesamientos por explotación en talleres textiles de todo el país. Por trata laboral hubo 16 sentencias condenatorias: diez corresponden a talleres textiles, cuatro a explotación agropecuaria, una a servicio doméstico y una al comercio.
En la ciudad de Buenos Aires, en tanto, existen dos sentencias por reducción a la servidumbre en talleres del mismo rubro y previas a la Ley de Trata de Personas (26.364), sancionada y promulgada en abril de 2008, modificada en 2012 y reglamentada, con sus cambios, en enero de este año.
En 2013 La Alameda denunció la existencia de 200 talleres clandestinos. La presentación la realizaron el legislador de Bien Común, Gustavo Vera (que es además presidente de La Alameda y de la Comisión Especial de Trata de la Legislatura) y Julio Piumato, secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación. Desde ese año, hasta hoy, la Fundación La Alameda denunció más de 500 direcciones en las que habría explotación laboral. El uso del potencial no es antojadizo ya que en la mayoría de los casos la eventual falta de pragmatismo de la Justicia impidió comprobarlo.
En la Justicia Federal hay un total de 51 procesamientos por explotación en talleres textiles de todo el país
Las "talleres del sudor" se detectan por las denuncias que La Alameda recibe vía mail, a través del blog de la ONG, por teléfono o en la Legislatura. A todas se les da curso a través de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), creada en abril de 2013 en reemplazo de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas. Si la demanda es personal, y si el caso lo requiere, actúa el equipo del Programa Nacional de Rescate a Víctimas de Trata para evaluar la situación y disponer si la persona damnificada queda bajo su órbita y necesita algún tipo de asistencia especial.
Otras alternativas de contención e integración son posibles. En el CDI de Barracas funcionan siete cooperativas textiles y al menos otras 20 ya pasaron por allí. En promedio, permanecen tres años hasta que logran afianzar los lazos con sus clientes, aunque el período de tiempo puede extenderse. Luego es el momento de volar, para continuar con el trabajo en un espacio propio.
Allí, entre cumbia boliviana, retazos de telas y rollos de hilos hay mujeres y hombres que trabajaron en talleres clandestinos. Algunos cooperativistas están a cargo de las máquinas que hasta hace unos meses atrás operaban en el hacinamiento de un cuarto pequeño; el CDI suele ser el depósito judicial de indumentaria y maquinaria confiscada en allanamientos textiles. En uno de los pasillos hay 10.000 jeans para terminar provenientes de un operativo de 2007. Cuando se destrabe la causa judicial serán materia prima de las cooperativas. Y algunas máquinas fueron enviadas a Chaco y a Formosa, donde la comunidad Qom las utiliza para sus emprendimientos.
"Acá se les da espacio y acompañamiento técnico a los cooperativistas. También se los asesora para que busquen financiación cuando se independicen y se les prestan algunas máquinas. Es un período limitado, lo que se llama de incubación", detalla Néstor Escudero, técnico del INTI y miembro de La Alameda.
En el CDI de Barracas funcionan siete cooperativas textiles y al menos otras 20 ya pasaron por allí
El polo textil de Barracas funciona en un espacio cedido por el gobierno porteño a través de la Corporación Buenos Aires Sur. La cooperativa más grande tiene 30 personas, pero hay otras que funcionan con seis miembros. Entre ellas se encuentra Lacar, una marca de camperas que quebró y fue recuperada por los trabajadores. Allí fabrican los productos que luego venden en un local de Morón y en otro ubicado en el mercado Bonpland.
Una iniciativa similar tiene lugar en SOHO Coop, que funciona en lo que fue la casa central de la marca antes de su quiebra. Unas 17 personas lograron la continuidad laboral en junio de 2014 con los avales de la Justicia, aunque todavía existe un litigio por el uso de la marca. Fueron los mismos trabajadores quienes, en 2007, formaron parte de las denuncias contra los propietarios de la empresa, que utilizaban la mano de obra de unos 300 talleres clandestinos para confeccionar 35.000 prendas por semana que abastecían a 45 locales.
"De acá se mandaba a los talleres, no había intermediario. Venían los talleristas a buscar los cortes o nuestros compañeros los llevaban. Los lugares eran espantosos. Hay dos compañeros que aportaron testimonio de los talleres denunciados. Eso ocurrió durante toda la historia de SOHO", recuerda Ezequiel Conde, quien trabajaba en el depósito de la empresa y hoy es uno de los referentes de la cooperativa, que suele recibir máquinas incautadas en allanamientos.
Eso pasó, por ejemplo, tras el operativo que se realizó el 2 de este mes en un taller de Parque Patricios, donde se confeccionaban uniformes de la policía bonaerense. Las máquinas fueron cedidas a SOHO Coop para su reutilización. "Nosotros nos ofrecemos a darles una asistencia transitoria a las víctimas de los talleres esclavos. Acá tenemos lugar. Se pueden estabilizar, comer, dormir, bañar, tener asistencia social y comenzar a trabajar en una cooperativa con las mismas máquinas que incautó la Justicia", propone Ezequiel.
#BastaDeTrabajoEsclavo, #RopaLimpia y #QuienHizoMiRopa son los lemas que apuestan a instalar el tema en las redes sociales para barrer el trabajo esclavo. "Donde esté la ropa barata, habrá explotación. Mientras existan La Salada o los manteros de Avellaneda habrá explotación", resume Luis Fernando. Nadie mejor que él para decirlo.

Olga Cruz: de Sucre a un taller clandestino en Flores 
Llegó de Bolivia con sus dos hijos, Johan y Daniela. "Cuando vinimos tuvimos que comprar documentos falsos en la frontera. Estuvimos unos días allí hasta que nos pidieron 400 dólares para entrar. El que te falsificaba el documento te prestaba ese dinero hasta entrar en la Argentina", recuerda. Una vez instalada aprendió el oficio y comenzó a producir en un taller clandestino prendas que eran comercializadas en La Salada y en Once. "Se labura mal, no hay espacios para moverse, está lleno de prendas y de telas. Los costureros sólo pueden moverse para ir al baño", cuenta. "El desayuno es té o mate cocido con pan o galletitas. El almuerzo es pésimo: arroz con un poco de tuco o una sopa de verduras. No entendía por qué pagaban tan poco."

Luis Fernando Calle: preso en el conurbano profundo
Lo primero que vieron, junto a su esposa, al llegar a la estación de Liniers fue una combi blanca que los transportaría a un taller de González Catán. Después llegó un largo encierro, días de oscuridad e incertidumbre. "Nos trajo un paisano de La Paz. Ahí, por la Ceja del Alto, hay avisos clasificados: «Se necesita personal para taller de costura en la Argentina, se paga pasaje, se da un cuarto individual, viáticos, trabajo de siete horas y US$ 500 al mes». Era buena plata para Bolivia", explica. "La mayoría de las personas acceden a eso porque en Bolivia no hay mucho trabajo, menos en el rubro textil. Muchos compatriotas optan por esa opción que parece la más fácil, pero acá las cosas cambian", dice


LA INSOSTENIBLE BANCA PRIVADA




Una banca pública transparente, democrática, ética, con control social y orientada a la ciudadanía es un instrumento imprescindible para intervenir contra la desigualdad, la exclusión social y la irracionalidad del mercado.

Hace pocos días, en el curso desarrollado por la UIMP, bajo el titulo “El nuevo modelo económico. Lecciones de la crisis”, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, explicaba que la banca pública es insostenible. “A veces pienso que tenemos una memoria frágil. Pensemos qué era Bankia y cuál era su gobierno corporativo hace tres años” dijo sin ruborizarse.
No era otra su intención que abundar en la tesis oficial que, de forma interesada, ha culpabilizado a las cajas de ahorro de lo ocurrido al tiempo que eximía a los bancos privados. Es evidente que las cajas han mostrado en la actual crisis una enorme debilidad y prácticas deplorables cuando no delictivas de sus directivos. Pero es falso que su situación patrimonial fuera peor que la de las entidades bancarias privadas. Ni su morosidad [1] era más elevada ni su gestión peor que la de los bancos pero se enfrentaban al abismo sin posibilidades de captar capital para asumir los quebrantos y con enorme ansia por parte del resto del sector de acceder a la cuota que estas entidades tenían en créditos y depósitos [2]. El resultado de esta crisis ha sido su eliminación que, ni ha resuelto el problema de fondo, ni ha evitado otros efectos negativos de enorme magnitud como la destrucción de la obra social, que había aportado un considerable dividendo al conjunto de la sociedad [3].
Profundizando en el tema, no podemos menos que asombrarnos de que el presidente de un banco que solo puede existir gracias a las ayudas públicas, diga que la banca pública es insostenible. Memoria “frágil” la de Goirigolzarri que olvida que las ayudas públicas directas a Bankia para su recapitalización han sido 22.424 millones de euros y las ayudas indirectas mediante avales, créditos fiscales, adquisición de activos y préstamos del Banco Central Europeo han ascendido a 125.386 millones de euros. En total 147.810 millones de euros.
Si tuviera la tentación de argumentar que las ayudas se destinaron solo a las cajas de ahorro, habría que recordarle al presidente de Bankia que, el sector bancario al completo es absolutamente dependiente de las ayudas públicas . Si al lucrativo negocio obtenido de la operativa con deuda pública y los préstamos a las Administraciones Públicas, unimos el beneficio que obtienen las entidades bancarias por el aval implícito a los depósitos de los ahorradores protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos, el beneficio de la banca privada se esfuma.
Sin embargo Goirigolzarri dijo algo muy cierto en su conferencia, “el sector financiero es clave para el futuro de la sociedad”. Pero lo que parece olvidar es que también ha sido clave para el presente, pues la crisis del sistema financiero internacional que comenzó en 2008 con la quiebra del banco Lehman Brothers y las tristemente famosas hipotecas subprime, fue el detonante de la peor crisis económica del capitalismo mundial desde la gran depresión de 1929. El que fuera el detonante no lo convierte en el origen del problema y cometeríamos un grave error si consideramos que fue éste momento el inicio de la crisis. Ésta venía gestándose desde hacía tiempo y, aunque no podemos desligarla de la hipertrofia del sector financiero [4], es inevitable relacionar la sobredimensión del mismo con la incapacidad de la llamada economía real para ofrecer una tasa de ganancia atractiva a los poseedores de capital.
La pretendida auto-regulación de los mercados financieros ha brillado por su ausencia y ha generado burbujas especulativas que, como en el caso español, han concentrado las inversiones de capital en sectores como el inmobiliario, las grandes infraestructuras y la internacionalización de las grandes compañías, con una deficiente asignación de recursos en otros ámbitos. La deriva de ese funcionamiento del sistema ha tenido como consecuencia el excesivo e insostenible endeudamiento de los agentes económicos.
Hay dos lecciones importantes que sacar de esta crisis, estas son: que lo único que ha impedido que sistema financiero privado internacional haya quebrado han sido las astronómicas ayudas públicas recibidas. Y que con esas ayudas públicas se ha salvado a los grandes accionistas mientras se ha condenado a una gran parte de la población al desempleo y la pobreza.
En octubre de 2008, el primer plan de rescate de Wall Street presentado por el secretario del Tesoro, Hank Paulson implico: 250.000 millones dólares para recapitalizar bancos, 500.000 millones de avales a empresas en crisis, 500.000 millones para la compra de hipotecas basura, 500.000 millones para salvar planes de pensiones privados… ¿alguien cree que sin esta masiva intervención del estado el sector financiero de Estados Unidos habría sobrevivido?
Pero Europa no se queda atrás. Entre diciembre de 2011 y febrero de 2012 el Banco Central Europeo (BCE) prestó más de 1 billón de Euros (1.000.000.000.000€) a unos 800 bancos europeos, a un plazo de 3 años y al 1% de interés, no teniendo que pagar los intereses hasta el final de la vida del prestamos. Este programa lleva el nombre de LTRO (Long Terme Refinancing Operations).
A esto se puede añadir unos 2 billones de euros (2.000.000.000.000€) de ayudas de los gobiernos para la recapitalización de los bancos europeos mediante inyecciones de capital y garantías publicas de los gobiernos de la Unión Europea para asumir las deudas bancarias en caso de necesidad. Y en esta línea se enmarca la nueva política del Banco Central Europeo de adquisición de activos que está cebando una nueva bomba que terminará estallando. Cuando lo haga, los mismos que contribuyeron a su explosión, mostrarán asombrados gestos de incredulidad ante los efectos de esta nueva burbuja y dirán una vez más que nadie lo supo ver.
La contrapartida a estas ayudas masivas a la banca privada ha sido el crecimiento exponencial de las desigualdades sociales. El caso griego es paradigmático. A cambio de unos paquetes de rescate de unos 226.500 millones de Euros (comparen esta cantidad con las anteriormente mencionadas), a Grecia se le han exigido unos planes de austeridad que han provocado que un tercio de su población caiga en la pobreza y la exclusión social. Recientemente Christine Lagarde, presidenta del FMI, comenzaba un discurso diciendo que “el mes pasado casi me atraganto con mi yogur del desayuno cuando vi la primera página de un periódico económico”. El motivo fue leer que el gestor de fondos de alto riesgo mejor pagado del mundo había ganado el año pasado (2014) 1.300 millones de dólares. Y que los 25 gestores mejor pagados habían ganado 25.000 millones. Es comprensible que casi se atragantase pues la “pobre” Christine tiene un sueldo anual libre de impuestos de solo 467.940 dólares. Tanto el FMI como la OCDE reconocen abiertamente que durante esta crisis la desigualdad entre ricos y pobre ha crecido a favor de los primeros, hasta el punto de considerar que el crecimiento de la brecha de la desigualdad está poniendo en riesgo la incipiente recuperación económica. Según los estudios de la OCDE, actualmente el 10% de la población más rica de los países de la OCDE gana 9,6 veces más que el 10% menos favorecida. En la década de los 80 la diferencias era de 7 a 1, en los 90 la diferencia era de 8 a 1 y en la pasada década de 9 a 1.
El resultado final de esta edición de la lucha de clases está todavía por definir pero, es evidente a la luz de los datos anteriores, que la clase dominante está obteniendo un éxito total hasta ahora. Para que las tornas cambien y es preciso que las clases populares, la mayoría social, reivindique otro sistema y se convenza de que hay alternativas a la deriva que solo ocasiona exclusión y sufrimiento. Y como elemento central de esa alternativa está la imprescindible necesidad de domeñar al sistema financiero. Como dice Eric Toussaint [5], el oficio de bancario es demasiado serio para ser dejado en manos del sector privado. Es necesario socializar el sector y ponerlo bajo control ciudadano, pues debe estar sometido a normas de un servicio público y las rentas que su actividad genere utilizadas para el bien común. La deuda pública contraída para rescatar los bancos es claramente ilegítima y debe ser repudiada”. Tenemos un reto clave para abordar la crisis y es abordar la conformación de u na banca pública y el fortalecimiento de un sector público que busque el desarrollo integral y planificado de los recursos económicos y su control democrático, dando prioridad la satisfacción de las necesidades sociales y no la explotación de los trabajadores, una utilización racional de los recursos naturales y no su expolio. En definitiva, se trata de establecer bases de cooperación entre países que permita un desarrollo integral de todos, en lugar de la competencia en beneficio de los más poderosos. Son las respectivas clases dominantes de cada país las que nos están imponiendo medidas de ajuste, a sus trabajadores y a los de los demás países, en su propio beneficio y son ellas las que están alimentando la posibilidad de nuevos enfrentamientos entre las naciones.
Una Unión Europea realmente democrática, con unos pueblos dueños de sus propios recursos y de su moneda común, sería una fuerza imparable, que podría abrir la puerta a unas relaciones de cooperación real entre los pueblos en beneficio mutuo, en lugar de la competencia por el máximo beneficio privado. 

Notas
[1] En 2010 la morosidad de las cajas de ahorro era del 5,82% frente al 5,83% de las entidades bancarias. Las cooperativas de crédito tenían indicadores mejores (4,48%). Fuente: Banca Pública, rescatemos nuestro futuro.
[2] Las cajas de ahorro tenían el 47,6% de créditos y depósitos en 2010.
[3] En el período 2000-2010, las cajas de ahorro aportaron a sus obras sociales un total de 13.954 millones de euros (24,98% de su beneficio).
[4] El volumen de los activos de los bancos privados europeos en relación al Producto Interior Bruto se disparó, sobre todo en la última década del siglo XX. En 2011 han alcanzado 3,5 veces el PIB de la UE-27 con alumnos aventajados como Irlanda cuyos bancos inflaron su activo hasta 8 veces su PIB. De manera paralela, las deudas de los bancos privados de la zona euro representan igualmente 3,5 veces el PIB. En concreto, los pasivos del sector financiero británico multiplican por 11 el PIB del Reino Unido mientras que la deuda pública era de alrededor del 80% del PIB.
[5] Bancocracia. Editado por Icaria

Javier Jimeno (ATTAC Navarra/Nafarroa) y Carlos Sánchez Mato (ATTAC Madrid) son miembros de la Plataforma por una Banca Pública

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

DESIGUALDAD,CRISIS Y UTOPIA REFORMISTA

Desigualdad, crisis y utopía reformista

Con motivo de la presentación del “El debate Piketty”, una compilación de artículos de distintos autores -Harvey, Roberts, Krugman, Galbraith, Astarita y un artículo de mi autoría, entre otros- sobre el ya afamado El Capital en el Siglo XXI, fui invitada a debatir el miércoles pasado en Rosario en la sede de COAD, junto al sociólogo Matías Ezquenazi (compilador del libro con Mario Hernández) y al economista Lavih Abraham, integrante de Ciudad Futura. Aprovecho la columna de hoy para exponer algunos puntos centrales de mi intervención y presentar primeras conclusiones.






Paula Bach

Bernstein, Fukuyama y la guerra

En primer lugar hay que resaltar que los motivos por los que el libro de Piketty “El Capital en el Siglo XXI” y su verificación del capitalismo como una máquina productora de desigualdades se transformó rápidamente en Best Seller luego de su publicación en inglés en 2014, no son ingenuos ni casuales. El fin del boom del crédito que se produjo a partir de la crisis del 2008, dejó mucho más expuestas las consecuencias de la ofensiva neoliberal de las décadas pasadas. La clase media de los principales países centrales y en especial la norteamericana, se encuentra amenazada como tal y esto constituye un problema político y económico a la vez. Político porque representa una base fundamental para la estabilidad de los gobiernos imperialistas, económico porque se reduce la capacidad de consumo de un amplio sector social. Es en este contexto preciso en el que el libro de Piketty aparece como una especie de “antifukuyama”. Un libro que adquiere gran éxito mundial comprobando y alertando que no sólo las clases, las ideologías y la historia, existen, sino que el bajo crecimiento económico actual estaría recreando condiciones similares a las de fines de siglo XIX, principios del siglo XX, esto es del momento de mayor desigualdad en la historia del capitalismo. Recordemos que hacia principios de los ’90, Francis Fukuyama pronosticaba la hegemonía absoluta del capital, el fin de las guerras, las revoluciones y un mundo en el que los hombres saciarían sus necesidades mediante la actividad económica.
En segundo lugar, Piketty tiene el mérito de señalar que la desigualdad -y no precisamente la convergencia-, constituye la norma del modo de producción capitalista a través de toda su historia. Con esta afirmación, basada en una nutrida investigación empírica, otorga sin quererlo la razón a Rosa Luxemburgo a más de cien años del famoso debate con Bernstein al interior de la Socialdemocracia alemana. Recordemos que contra las tesis del marxismo, Bernstein sostenía que el capitalismo avanzaba hacia una mayor distribución de la propiedad y la disminución de las contradicciones sociales.
En tercer lugar –un aspecto olvidado en la mayoría de las reseñas escritas-, Piketty afirma que si durante los últimos aproximadamente 200 años, el 50% más pobre de la sociedad jamás obtuvo más del 5% del patrimonio, una muy leve tendencia a la convergencia se produjo como clara excepción por una sola vez en la historia del capitalismo. Justamente en la Segunda Posguerra Mundial emerge lo que Piketty denomina una “clase media patrimonial”. Esto es que el 40% del medio que se encuentra entre el 10% más rico y el 50% más pobre, logró acceder fundamentalmente a su propia vivienda. Esta tendencia débil fue el subproducto, como afirma Piketty, de dos guerras mundiales, la crisis de los años ’30 y el triunfo de la revolución rusa de 1917. Como consecuencia de la destrucción directa de bienes de capital, de shocks presupuestarios y políticos, de los bajos precios de los activos verificados en la segunda guerra, los patrimonios –que Piketty iguala a los capitales- disminuyeron abruptamente. A partir de un bajo nivel de capital acumulado, se inicia la reconstrucción y la economía y la población crecen a niveles excepcionalmente altos. En este marco y en el contexto de la convulsiva situación social de posguerra, las nacionalizaciones de empresas en Europa y la instauración de niveles impositivos progresivos –siempre según Piketty- habilitan un proceso de disminución de la desigualdad. Pero la reconstrucción se produce a alta velocidad y hacia 1979/80, el crecimiento económico disminuye y la estructura impositiva se vuelve cada vez más regresiva. Gran parte de las rebajas impositivas –en particular en Estados Unidos- van a engrosar los “salarios” de las castas gerenciales contribuyendo a disparar el crecimiento de la desigualdad en la distribución del ingreso. Para darnos una idea, Piketty afirma que entre 1997 y 2007, el 10% más rico de la sociedad norteamericana se llevó las tres cuartas partes del crecimiento del ingreso con lo cual el 90% se benefició de sólo un tercio de ese incremento. En 2008 comenzaba la crisis económica mundial más profunda que se tenga memoria desde la crisis de los años ’30. A decir verdad el último aspecto es el más interesante por cuanto guarda una estrecha relación con la situación actual de la economía y sus posibles derivaciones.

De Piketty a Larry Summers

De hecho los pronósticos de Piketty tienen sólidos puntos de contacto con la tesis de estancamiento secular de Larry Summers. El crecimiento actual cercano al 2,25% promedio en los países centrales es débil con respecto al ya mermado 3,25% de las últimas dos décadas previas a la crisis, al que Summers denomina de la “Gran Moderación”. Hay que tener en cuenta además que este valor resulta estrechamente dependiente de las históricamente bajas tasas de interés, un recurso al que será difícil volver a echar mano. El atenuado crecimiento de lainversión y la productividad –muy por debajo de la media de los últimos 20 años y en proceso de desaceleración- se impone como un problema serio, de largo plazo, para los representantes más importantes de la teoría económica oficial. Incluso China que particularmente desde el 2001 resultó una gran fuente de atracción de capitales, hoy sufre las consecuencias de la saturación en su terreno y está convirtiéndose en un nuevo competidor por los espacios mundiales para la acumulación. Estos aspectos son sintomáticos de la escasa capacidad del capital para su reproducción ampliada, cuestión que retorna al pronóstico de Piketty respecto de un bajo crecimiento en el período próximo como causa de una exacerbación de las desigualdades. Una de las preocupaciones más agudas de economistas como Summers, Krugman, Gordon, entre otros -que influencian el pensamiento del propio FMI- están asociadas a la insuficiencia de la “demanda efectiva” –demanda para consumo y demanda para inversión-, que pueda garantizar un nivel de crecimiento, al menos aceptable, en el período próximo. De hecho Summers -coincidiendo tácitamente con el razonamiento histórico de Piketty-, señala que no imagina –al igual que Krugman- qué otro tipo de acontecimiento, salvo una guerra, podría estimular el gasto de inversión y de consumo, en el grado necesario en Estados Unidos. Por ahora, ninguno de estos autores promueve una guerra sino sólo medidas tibias –como impuestos, mayor gasto estatal, etc.- a las que ellos mismos consideran impotentes. Aún el New Deal en Estados Unidos en 1933, que no se caracterizó por la tibieza sino que fue una apuesta en gran escala, resultó insuficiente para estimular los niveles necesarios de acumulación del capital. Recién el gasto para la guerra en 1939 habilitó un verdadero mercado de producción de valor y resolvió definitivamente el problema de la desocupación. Luego, la propia guerra actuó destruyendo capitales en gran escala cuestión que permitió, como observa Piketty, el gran impulso económico del período siguiente. Por supuesto, la reducción de la desigualdad que le siguió, no fue “automática”. En momentos de profunda convulsión social y de grandes traiciones a los procesos revolucionarios de posguerra, la reducción de la desigualdad resultó del “gran pacto” que en condiciones estructurales ideales forjadas por la destrucción, el capital se vio obligado a aceptar para garantizar su propia supervivencia.

Reabrir la polémica

Las guerras y la crisis del ‘30 primero, la absorción de China y Europa del Este junto a la ofensiva neoliberal después, colocan la destrucción de lo construido y la conquista de lo perdido como condiciones necesarias de la expansión y la supervivencia capitalista. Pero la reconstrucción y la absorción vuelven a empujar al capital al límite de la contradicción. El esquema neoliberal que permitió los años de crecimiento moderado pero “aceptable” como dice Summers, encontró sus propios límites. Tanto la crisis de 2008 como las condiciones actuales de la recuperación, los ponen de manifiesto. Las alarmas del capital suenan y en el horizonte se dibuja la necesidad de conquistar nuevos espacios para la acumulación. Los escenarios y las vías de conquista pueden ser múltiples. Evidentemente la configuración del capital se modificó durante las últimas décadas pero su ADN es el mismo. La perspectiva estratégica de destrucción podrá asumir la forma de nuevas catástrofes como la del ’30, de nuevos conflictos armados, de nuevos estallidos financieros, de estancamiento prolongado, de variantes similares a la ofensiva neoliberal, o de una combinación de estos escenarios. En definitiva la línea divisoria entre reformismo y marxismo es si ante estas condiciones estructurales es admisible imaginar un escenario reformista de largo plazo o si ese anhelo amenaza transformarse en una nueva trampa que impondrá al movimiento obrero y a las masas pobres nuevos sufrimientos e infinitas penurias. El riesgo no consiste en sostener, por supuesto, que el desarrollo de la lucha de clases podrá conseguir nuevas conquistas. El peligro es creer que puedan conseguirse, a largo plazo, bajo el modo de producción capitalista. Syriza, Podemos y los gobiernos posneoliberales de América Latina han trabajado y trabajan para amilanar al movimiento de masas postulándose como los redentores del capital. Su acción es perversa porque lejos de “empoderarlas”, militan para que dejen de confiar en sus propias fuerzas. Actuar sobre el terreno para ayudar a que el movimiento obrero y las masas pobres confíen en el poder de su autoorganización, ayudarlo a prepararse para las luchas decisivas que vendrán –incluso a sabiendas de que enfrentaremos probablemente nuevas experiencias reformistas que serán efímeras- es la tarea que los revolucionarios consideramos que tenemos planteada en el período próximo. 

miércoles, 17 de junio de 2015

NUEVO FRAUDE SANTAFESINO. Cinco claves


¿Cuáles son las claves de las graves irregularidades en el escrutinio provisorio?. ¿Cómo puede ser que esto vuelva a suceder?


1) Los antecedentes: ocultaron 200 mil votos
En el escrutinio provisorio de las elecciones primarias, el gobierno ocultó durante 48hs. que faltaba escrutar más de 200 mil votos. La página del Tribunal Electoral de la Provincia (TEP) indicaba falsamente que se habían cargado el 100% de las mesas. Tampoco se aclaró dónde estuvieron las urnas una vez terminados los comicios: hubo denuncias de que estuvieron en galpones sin custodia.
El Frente de Izquierda de Octavio Crivaro denunció un intento de fraude, logrando gran repercusión. Luego de 24hs el PJ y el PRO se sumaron a la denuncia, aunque con tibieza. Desatado el escándalo, el Frente Progresista y Miguel Lifschitz vendieron la versión de que solo era un error de un “imbécil”, el responsable informático del TEP, que renunció.
A esta poco creíble versión, la izquierda respondió que se había tratado de un plan premeditado para manipular el resultado de la elección, dejar afuera al FIT de Crivaro sin que pase el piso proscriptivo de las PASO, y que el FPCyS se “quedara” con esos votos en las elecciones generales para enfrentar la polarización con Miguel Del Sel. Los resultados ajustados de la elección general arrojan una nueva prueba a favor de esta versión que ofreció la izquierda en aquel momento.
2) Otra vez sopa: ahora faltan más de 100 mil votos.
“Santa Fe Avanza” rezan los carteles del Frente Progresista. Y la verdad es que el gobierno dio un gran avance “democratizador”: ahora, en vez de ocultar 200 mil votos, faltan “solo” 100 mil.
Lo único que cambió es que ahora en vez de mentir diciendo que ya está todo escrutado el gobierno admite con desfachatez que desestimaron 300 telegramas y faltan casi 100 mesas más por escrutar. ¿Por qué? Tanto el PRO como el PJ denuncian que las mesas desestimadas son aquellas en donde ellos tienen mayor cantidad de votos y por tanto señalan que hay un intento deliberado de imponer un resultado favorable al Frente Progresista.
¿Qué dice el gobierno? Que los telegramas se desestiman por “ilegibles”. ¿Cuáles son las pruebas de que realmente no se pueden leer? Ninguna, salvo la “palabra” del Tribunal Electoral a la Provincia. ¿Por qué habría que creerles a los mismos que hace un mes organizaron un fraude?
3) Lifschitz: No sé quién gobierna, pero gobierno yo
Todo esto sucede en una elección con un empate técnico entre tres fuerzas, distanciadas por no más de un punto. No se sabe quién gobierna la provincia, pero por las dudas el Frente Progresista se anunció triunfador aun cuando el escrutinio provisorio todavía no arrojaba ese resultado, basándose en las mismas “mesas testigos” que ya habían estado equivocadas en las PASO. Fue la crónica de un fraude anunciado: pasado el horario estelar, la página del TEP enviaba a Lifschitz a la cabeza por menos de un punto. Faltando el 10% de las mesas por escrutar se mantuvo parada la información en la página oficial durante más de una hora, para instalar el resultado. Recién a la madrugada, cuando ya no había ojos controlando, se siguió actualizando el sistema, y como veremos en el punto siguiente las actualizaciones de la madrugada se hicieron con insólitas irregularidades. La única prueba del triunfo del FPCyS era una declaración en la televisión y un número en una página web cargada por ellos mismos.
4) Escrutinio delirante: a igual cantidad de mesas escrutadas, caen los votos de la izquierda y varían los de otras listas.
El Frente de Izquierda de Octavio Crivaro presentó en el día de hoy una denuncia a la Justicia donde agregan nuevos hechos y pruebas sobre el intento de fraude en curso, y exigen la apertura de todas las urnas y el recuento voto a voto.
Las pruebas de la izquierda señalan irregularidades graves en el escrutinio en la categoría de Concejales de Rosario.
Un poco antes de la medianoche, la página del TEP comenzó a producir los hechos más delirantes jamás vistos en un escrutinio. Como se puede ver en la imagen que sigue entre las 23.50 y las 23.55 la página no registra ninguna actualización ni avances en la cantidad de mesas escrutadas, sin embargo la cantidad de votos de las listas aumenta. ¿Cómo pueden aumentar los votos de las listas de un momento a otro sin que haya nuevas mesas escrutadas?

Imagen: Varían votos pero no porcentaje escrutado ni hora de ultima actualización
Posteriormente comenzaron a suceder cosas aún más raras. Nuevamente no se actualiza la cantidad de mesas escrutadas ni la hora de la última actualización, pero suben los votos del Frente Progresista y el Frente de la Ciudad Futura, mientras que los votos del Frente de Izquierda y otras listas bajan.

Imagen: Bajan votos absolutos del FIT de una actualización a otra 01
5) ¿Un nuevo intento de silenciar a la izquierda y dejarla afuera del Concejo de Rosario?
En el caso de los Concejales de Rosario, tres candidatos están separados por menos de un 0,1% de los votos para ocupar las dos últimas bancas en el Concejo Municipal, entre ellos Virginia Grisolía del Frente de Izquierda. Las irregularidades denunciadas pueden perjudicar su ingreso al Concejo.
¿Se suma un nuevo intento de silenciar a la izquierda clasista en la provincia? Además de los antecedentes, harto demostrados, sobre el intento de silenciar a la izquierda en las PASO, las elecciones generales abren nuevamente la reflexión. El espacio a la izquierda de los partidos tradicionales creció con fuerza este año, evidenciando la fuerte crisis del Frente Progresista y el kirchnerismo, que ya no seducen de la misma manera al electorado progresista. En la ciudad de Rosario, ese espacio a la izquierda implica el 30% de la ciudad. Se trata de un espacio político heterogéneo y la mayoría corresponde a variantes conciliadoras que simpatizan con aspectos del kirchnerismo y el socialismo. Entre ellos, un 15% y un bloque de 3 concejales corresponde a Juan Monteverde del Frente Para la Ciudad Futura, y un 6% para Celeste Lepratti del FSP. Por algún motivo, estas dos fuerzas no se hicieron eco de las graves denuncias de irregularidades, lo cual es lamentablemente funcional a un gobierno (y un régimen) fraudulento y corrupto.
Por otra parte, creciendo un 35% con respecto a las PASO se ubicó la izquierda clasista representada por Virginia Grisolía en la categoría de Concejales. Con más del 5% el FIT está peleando ingresar al Concejo, dato que buscan confirmar exigiendo la apertura de todas las urnas y contando voto a voto.
Desde este sector, Octavio Crivaro ratificó hoy en entrevista con La Izquierda Diario que “El Frente de Izquierda va a denunciar las irregularidades en estos comicios, va a defender la voluntad de sus votantes y va a pelear voto por voto porque Virginia Grisolia entre al concejo. Pero no sólo queremos crecer como fuerza electoral, y lo estamos haciendo, sino que nos proponemos organizar a estas enormes fuerzas de los trabajadores combativos, de las mujeres y de la juventud para enfrentar a la derecha pero también a los falsos progresistas como el Partido Socialista y el FpV de la provincia. Todos ellos defienden a los grandes empresarios y a este régimen político fraudulento”.

domingo, 14 de junio de 2015

AUMENTOS SALARIALES NO SON INFLACIONARIOS

El Gobierno declama que las paritarias son libres sin topes, y que cada sector económico negocie según sus posibilidades. Pero por otro lado encomienda a su Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que no homologara al principio acuerdos del 24%, estirando el porcentaje al 27% ante la súplica de las burocracias sindicales oficialistas presionadas por los trabajadores. El Ministro de Economía, Axel Kicillof, al igual que la oposición patronal, argumenta que hay que tener cuidado con los aumentos salariales por que dispararía la inflación. Pero… ¿los salarios de los trabajadores son la causa del proceso inflacionario que sufrimos?
Para el capitalismo los argumentos que explican el aumento de precios varían según la coyuntura económica. La oposición burguesa culpa al gobierno por excesiva emisión monetaria, déficit fiscal y falta de “confianza” en los mercados.
Mucho de esto es verdad, aunque Cristina y Kicillof lo nieguen, pero en época de paritarias la mirada apunta a los trabajadores y sus organizaciones sindicales, quienes serían  los culpables de todos los males inflacionarios.
Soluciones capitalistas que no se cumplen serían en el primer caso restringir la emisión, achicar el gasto y “generar confianza” en los mercados, pero “nunca” en un año electoral. Y en el segundo caso, limitar los aumentos salariales o abiertamente recortar salarios.
Lo que se niegan a explicar tanto el gobierno, la oposición y las patronales es que cómo puede ser que los incrementos salariales generan inflación, si en el 2014 la real estuvo cercana al 40%  (para Cristina un 24%) y los aumentos paritarios de ese año rondaron un promedio del 29% al 33%%, además en cómodas cuotas.
Cómo puede ser que este año, y con el INDEC mientiendo, la inflación mensual ronda más del 2% con salarios sin actualizarse. Recién ahora algunas paritarias acordaron aumentos del 27% por etapas llegando algunos gremios hasta el 33% y 36% con adicionales no remunerativos como bancarios y aceiteros. Es decir una notable diferencia a favor de los capitalistas y el Gobierno considerando la inflación 2014 y la proyectada de más de un 30% para el 2015, y con otra devaluación contenida hasta las elecciones.
Desde el PSTU decimos que las causas de la inflación se originan en una intensa puja distributiva que se viene agudizando en los últimos años por la colosal crisis económica internacional. Con caída de precios de productos primarios, como por ejemplo cereales y petróleo, y la disminución del consumo, más asentuado en la clase obrera y el pueblo. Es decir, el poder adquisitivo de los trabajadores contra las ganancias patronales que quieren mantener e incrementar a toda costa.
Los verdaderos motores de la inflación
Una gran parte del presupuesto estatal es para cancelar la fraudulenta deuda pública, contraída de forma ilegal y con intereses usurarios, que se paga a fondos buitres, banqueros internacionales, al Banco Mundial, FMI o gobiernos de otros países.
En 2014 se cancelaron U$S 12.000 millones (unos $108.000 millones) sólo de intereses y sin contar lo que habría que pagar por el juicio pendiente en Estados Unidos con el juez Griesa a la cabeza de los reclamos de los buitres (holdouts). 
Otro gasto enorme del Estado es por los subsidios a las empresas privadas, que en 2014 se concedieron a distintos sectores de la economía por $231.071 millones de pesos, un 64,6% más que en 2013.(1) Fueron aprincipalmente al bolsillo de los concesionarios de trenes, subte, colectivos, empresas de energía, garantizando a estos empresarios enormes ganancias. 
Los gastos clientelares en planes sin control, aportes a gobernadores e intendentes oficialistas, a punteros políticos, a propaganda oficial, a puestos de trabajo burocráticos no productivos para La Cámpora y a sobreprecios para enriquecimiento de empresarios amigos y el consiguiente “retorno”, son también parte del motor de gastos del Gobierno K a pesar del cacareo tibio de ciertos opositores electoralistas.
Estas fortunas dilapidadas vienen de las retenciones a los exportadores, por ejemplo, y en gran parte del cobro de impuestos a los trabajadores y el pueblo, en particular del 21% del IVA sobre los artículos de primera necesidad. Como no alcanzan, y con los fondos del ANSES agotados, el gobierno genera emisión de pesos sin respaldo, imprime millones en billetes que desvalorizan la moneda dando como resultado: más billetes = más inflación. En 2014 la emisión se acercó a los $200.000 millones. (2)
Multinacionales saquean y aumentan la inflación
En Avanzada Socialista, venimos explicando la dependencia y dominio de nuestra economía por parte de las multinacionales (alimentación, agropecuarias, mineras, metalúrgicas, tecnología, informática, finanzas, etc.). Casi todo lo que se fabrica, el destino de lo producido al interior de nuestra economía o para el exterior, salarios, nivel de empleo y desempleo para chantajearnos en las negociaciones, son determinado por el capital extranjero con complicidad de sus lacayos nacionales, llámense Gobierno, oposición burguesa y de centroizquierda, burócratas sindicales, socios capitalistas nacionales. 
Los países imperialistas, tratan de atenuar sus crisis económicas aumentando el grado de explotación de recursos en los países que dominan, como el nuestro, pagando precios miserables, y vendiéndonos sus productos con precios en dólares aumentados.
Así es que cada tanto sufrimos enormes devaluaciones con inflación, algo atenuadas ahora en año electoral, que no tienen más que el objetivo de aumentar sus ganancias y bajar sus costos. Aquella empresa que opera en dólares, antes de una devaluación debía pagar más salario, pero después, al transformarlo a pesos abarata el costo laboral, respecto de su capital invertido pero con productos muchos más caros. Es decir, vía del dólar se alimenta la inflación.
El costo laboral no es inflacionario
En promedio, el salario industrial representa el 16% de los costos totales, una participación  de las más bajas históricamente, comparada con el pasado y con los costos de otros países. En refinación de petróleo, el costo salarial representa el 7,8% de los costos totales; en alimentos y bebidas, el 12,8%; en material de transporte, el 15,7%.; en indumentaria y textil, un rubro mano de obra intensivo, el 16,24%; en metalúrgica básica, el 17,1%, en el complejo aceitero y cerealero, el 3%.
El costo laboral en la Unión Europea en 2001 era de U$S 22,50 y en 2009 subió a U$S 40,70; en Estados Unidos, en el mismo período, subió de U$S 25,90 a U$S 30,56 ; en el este europeo se disparó de 3,83 a 9,01; en el Sudeste asiático, de 8,31 a 13,12 y en Brasil, de 3,60 a 7,98. Una real muestra de la baja incidencia de nuestros salarios en el costo patronal. (3)
Por más que  el capitalismo y sus defensores impulsen límites a los reclamos de aumento de salarios y contra los despidos, a los trabajadores no nos queda otra que salir a la lucha por estas reinvindicaciones. Si se logra mejorar nuestro salario, mantener nuestros puestos de trabajo, creando más empleo y frenando el saqueo del imperialismo económico, ello implicaria menor ganancia para las patronales, salvo que estas lo trasladen a los precios como viene sucediendo con el aval del Gobierno. 
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Notas:
(1) El Cronista.com – 04-08-2014
(2) Diario Clarín – IEco – 07-09-2014
(3) Diario Página /12 – 20-02-2011

Periódico Avanzada Socialista.

sábado, 13 de junio de 2015

FIFA, LUCHA FEROZ ENTRE MAFIAS IMPERIALISTAS. Para entender el por qué de la crisis.

En principio, resulta necesario situar el problema: los deportes televisados -el fútbol es el principal de ellos- se han convertido en el principal motor de acumulación capitalista después del contrabando de armas y el tráfico de drogas, y por encima del reciclado de basura. 

La corrupción galopante y terminal en la Fifa ya derivó en una enorme masacre obrera: el Mundial de Qatar, que debería jugarse en 2022, costó hasta ahora 1.200 trabajadores muertos en las obras de construcción de los estadios, y de seguir así serán 4.000 cuando empiece el torneo. Hace un año, la Confederación Sindical Mundial (CSM) denunció esa carnicería, cometida contra inmigrantes, en su mayoría, de la India y de Nepal. Se jugará ahí el fútbol más sanguinolento de la historia, a un promedio de 62 obreros muertos por partido. Hay en Qatar 1,4 millón de inmigrantes empleados en las obras para el Mundial. La CSM atribuye las muertes a "accidentes, ataques cardíacos por las altísimas temperaturas o enfermedades causadas por las condiciones de vida miserables". El diario inglés The Guardian denunció que las empresas contratistas "retienen sueldos, confiscan pasaportes, impiden almorzar a sus empleados y obligan a trabajar con temperaturas de 50 grados centígrados". En otras palabras: la Fifa es una organización imperialista, mafiosa y profundamente criminal, lo cual no habrá de cambiar porque ahora, en un pase de cuentas entre gangsters, un grupo de ellos haya salido esposado del hotel cinco estrellas Baur au Lac, en Zurich, donde el capomafia Joseph Blatter fue reelegido para caer apenas una semana más tarde; y seguramente lo habría sido también quien era su principal ladero y encargado de los contratos, nada menos: Julio Humberto Grondona, el gran socio en Fútbol para Todos.

Sangre, drogas, circo televisado y mierda: he ahí el capitalismo en su última fase de descomposición, convertido ya en una amenaza para la civilización misma.
 
Blatter y compañía cometieron un error estratégico: incorporaron al negocio del fútbol al gran mercado de los Estados Unidos, pero quisieron hacerlo bajo su propio control. Por si fuera poco, anudaron sus acuerdos con árabes, rusos y federaciones de Oriente en perjuicio de norteamericanos y europeos. Para organizar el Mundial 2018 se postulaban España-Portugal e Inglaterra, pero la Fifa eligió a Rusia. Estados Unidos quería para sí el Mundial 2022, pero el elegido fue Qatar: "Es una mala decisión", dijo entonces Barack Obama para mostrar en qué niveles los norteamericanos se sintieron afectados. Que Obama, David Cameron y Angela Merkel, por un lado, y Vladimir Putin por el otro, hayan intervenido personalmente en esta cuestión indica hasta qué punto el negocio del fútbol es un terreno de batalla entre pulpos imperialistas.
 
En medio de esas presiones, vanamente, el congreso de la Fifa reeligió a Blatter, que sólo duró una semana antes de que la presión de los gobiernos imperialistas, de la Uefa y, sobre todo, de sponsors como Adidas, Hyundai y Coca-Cola, que amenazaron con retirar su patrocinio, lo obligaran a irse. Sólo era cuestión de tiempo, y fue muy poco tiempo.
 
Apenas Washington se sintió perjudicado, el Departamento de Justicia yanqui descubrió que la conducción de la Fifa es culpable de "organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero; corrupción rampante, sistemática y profundamente enraizada", todo lo cual es cierto, claro está.
 
En definitiva, el fútbol está expropiado por las mismas mafias internacionales que provocan las crisis y luego pretenden que los trabajadores las paguen. En el mundo y, por supuesto, en la Argentina.
 
Aquella advertencia de Obama, hace cinco años, fue el principio del fin. Ya por entonces, el obeso y obsceno Charles Gordon Blazer, ex presidente de la Concacaf, corrupto entre corruptos que gusta subir a su blog el registro de sus festicholas con ricos y famosos (incluido Bill Clinton) fue puesto en la mira del FBI. Con cargos por soborno, fraude, lavado de dinero y evasión fiscal, llegó a un acuerdo reservado para convertirse en informante de las autoridades federales y, como en las series yanquis, llevó un micrófono oculto a reuniones de la cúpula de la Fifa y grabó varias conversaciones de sus compinches para delatarlos.
 
También en el fútbol se necesita expropiar a los expropiadores.

PRENSA OBRERA.