Hombre en llamas

Hombre en llamas
Hombre en llamas. Orozco, J.C. Algunos críticos interpretan el mural como una glorificación de los cuatro elementos, otros ven en cada una de las figuras una simbología inherente al hombre mismo: el hombre teológico (que simboliza la tierra), el cual despierta en el mundo y convierte en dioses los fenómenos naturales que no comprende; el hombre metafísico (que simboliza el viento), el cual empieza a tener conciencia, reflexionando sobre la realidad del mundo; el hombre científico (que simboliza el agua), el cual analiza los fenómenos, los objetos, penetrando con su razón en sus esencias. Finalmente el hombre de fuego que debería simbolizar a Prometeo, el que rebelándose a los dioses entregó a los hombres la chispa del fuego, la cual representa al mismo tiempo la razón y la libertad. Así el hombre, ya libre, crea las artes en su constante lucha de superación; el hombre hecho fuego de pasiones, de anhelos de conquistas, pero sobre todo dueño de su vida, de su destino y de sus decisiones.

TRABAJADORES EN LUCHA

El trabajo es la fuente de toda riqueza
desde la producción del primer grano de trigo, 
hasta la construcción de la más moderna nave
espacial, siempre el hombre ha tratado de convertir 
su necesidad en libertad.
Con el desarrollo capitalista de los últimos 200 años, la sociedad ha revolucionado las formas de producción, con innovaciones tecnológicas fantásticas; generando acumulación de riquezas nunca antes imaginadas. Pero también con el gran desarrollo capitalista, la clase obrera se ha multiplicado por millones en todo el mundo, siendo explotada su fuerza de trabajo y viviendo en condiciones de miseria; mientras una minoría, la clase burguesa se enriquece en forma ilimitada, controlando todas las ramas de la producción, los mercados, las materias primas, los medios de transporte y comunicación, las leyes, el ejercito y los comercios. 
Desde fines del siglo XVIII, con la primera Revolución Industrial, el proletariado sintió necesidad de organizarse  para defender sus mas elementales derechos; ya que a la ves que millones de antiguos campesinos y siervos se veían arrastrados a la fabrica, otros tantos millones fueron arrogados al desempleo; puesto que es una de las formas mas brutales del sistema capitalista para regular la mano de obra barata, controlando la oferta y la demanda  de la fuerza de trabajo como simple mercancía.
A lo largo de los siglos  XIX y XX, el proletariado de todo el mundo ha sostenido luchas ejemplares, siendo sacrificados miles de obreros en manos de la burguesía, de los gobiernos antidemocráticos y de  sus órganos de represión como la policía y el ejército.
En medio de trágicas derrotas, se han levantado  gloriosas victorias, conquistando: la revolución de la jornada de trabajo, mejoras salariales, Contrato Colectivo de Trabajo, derecho a la salud y a la vivienda, y sobre todo, los derechos de libre asociación sindical y de huelga.
Muchas de esas conquistas hoy se intentan desconocer por la burguesía nacional e imperialista, por sus gobiernos cómplices, e incluso, con la colaboración de falsos líderes sindicales traidores a la clase trabajadora.
Hoy recordamos la lucha de clases enarbolada por  los obreros  de Chicago, quienes fueron masacrados por el gobierno norteamericano el primero de mayo de 1889, cuando se manifestaban contra las injusticias de los empresarios capitalistas. Es por eso que en la II internacional de trabajadores  celebraran en Paris en 1889,  fue adoptado el primero de mayo como el día del trabajo.
Pero no solo rendimos homenaje a los mártires  “Mártires de Chicago”, si no a los trabajadores de la comuna de Paris,  cartistas y tradeunionistas de Inglaterra, a los mineros de Sudáfrica, a nuestros muertos de Cananea y  Rió Blanco  y millones de proletariados mas que incansablemente, en México y en todo el mundo, siguen luchando por conservar los derechos logrados  y conquistar un mundo donde no exista la explotación del hombre por el hombre. 
El primero de mayo “día del trabajo” debe ser el símbolo de todos los hombres y mujeres de la tierra que con su trabajo  físico e intelectual  son los auténticos creadores de la riqueza material y espiritual, a la que algún día deberá tener acceso toda la humanidad en igualdad de condiciones, solo así podremos parar del reino de la necesidad al reino de la libertad.


Escrito por: 

Evelin Ramírez Estrada alumna del Colegio de Bachilleres y Prof. Crecencio de Gante de Gante


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